Laura
El primer día de nuestro Erasmus en Escocia en que visitamos centros educativos, visitamos a nuestros compañeros de Lamlash Nursery School. Gracias a Kirsten Barret, especialista en enseñanza y nuestro primer contacto para este proyecto Erasmus en Escocia, que nos acercó en su propio coche, llegamos prácticamente a la vez que los niños de esta escuela infantil iban entrando. Tras una cálida bienvenida por parte de Brian Kiernan, director de la escuela infantil, y de su equipo comenzaron a explicarnos un poco el funcionamiento y organización de la escuela.
Esta escuela se encuentra situada en un área desfavorecida, y con una alta tasa de inmigración, por lo que la organización tiene que ser flexible para adaptarse a la realidad de sus alumnos. Además nos contaron que este año algunos profesores aún no habían tenido vacaciones porque el gobierno estaba implantando una nueva ley para que las Nursery School abran todo el año, por conciliación familiar, y han empezado a implantarlo en escuelas en zonas críticas. Por ello, además de los presupuestos generales que reciben todas las Nursery School (y que si comparamos con lo que recibe nuestro propio colegio, nos triplican en dotación económica), ellos reciben dinero extra para compensar su situación desfavorecida.
Lo primero que nos llamó la atención: los niños iban llegando poco a poco (entre las 8 y las 9.30h) y las familias les metían dentro de la escuela y del aula. Decir que era un único aula muy grande donde estaban los niños de 3, 4 y 5 años (en total 83 alumnos) en dos turnos, de mañana y de tarde y todo estaba organizado por rincones por los que los niños se movían libremente (incluso el patio era un rincón al que podían salir avisando a un adulto). En cada rincón había un educador (dos en el caso del rincón del patio o rincón al aire libre) y cada educador llevaba al cuello un collar con pictogramas para los niños con dificultades de comunicación.
rincón del hogar
rincón de experimentación con agua
rincón de cocina
rincón de construcciones
Otra de las cosas que nos sorprendió fue enterarnos de la ratio de adultos por niño. En las Nursery school tiene que haber un educador/profesor cada 8 niños, lo que facilita el trabajo por rincones y la enseñanza personalizada. Cada profesor español nos unimos a un educador de allí para ver cómo funcionaban los rincones.
Rincón de idiomas
Alrededor de las 11 h, cada educador llamó a su grupo de alumnos, habló con ellos sobre cómo se encontraban y cada uno realizó la actividad que le tocaba ese día con su grupo. En mi caso me quedé con el grupo de Linda que trabajaron, a través de Nursery Rymes, o rimas tradicionales, la conciencia fonológica (habilidad que permite reconocer y utilizar los sonidos de un idioma). Cantaron varias canciones/poesías con rima a la vez que lo teatralizaban/jugaban con juguetes que representaban a los personajes de dichas rimas. En este sentido el trabajo que realizamos en nuestras clases es muy similar, dado que también trabajamos con cuentos, canciones y rimas la adquisición de los sonidos del idioma inglés.
Tras el trabajo en pequeño grupo con los educadores, pasaron a la hora del almuerzo. Cada niño se sentó en su sitio asignado, algunos fueron a las mesas del comedor, y las educadoras repartieron utensilios de comida y la comida en sí. Daban a elegir a los niños dos opciones de comida, y para nosotros esto sí nos chirrió un poco, pues ambas opciones eran poco saludables. Por lo que nos contaron, los menús no estaban diseñados por nutricionistas, como sí pasa en España. Otra cosa que nos sorprendió es que, aunque estaba permitido, los niños apenas hablaban entre sí ni siquiera estando sentados al lado, aunque alguno sí que hablaba con nosotras o con las educadoras.
Tras el almuerzo los niños volvieron a jugar por rincones, y aprovechamos a darles los regalos que habían hecho nuestros alumnos en San Martín. Les gustó mucho y lo pusieron de decoración.
Tras un almuerzo ya entre profesores, pasamos a mediodia/ principio de la tarde a ver el colegio Santa María Goretti, que está pegado a la escuela infantil.
Cada clase tenía su rincón de religión católica, aunque en principio este colegio era un colegio non-denominational school, o escuela no confesional.
De hecho al entrar en una clase de 3º de primaria, nos rezaron el Ave María en español y cantaron una canción típica Escocesa que podéis ver en este vídeo:
Tras esto, Nos enseñaron que estaban trabajando Lengua inglesa, haciendo redacciones en grupos para ayudarse unos a otros y teniendo visible ayudas, por ejemplo con esta pirámide que les recuerda y les da ejemplos de vocabulario básico para una redacción como: conectores, vocabulario típico de redacción, signos de puntuación, etc.
Además cada alumno contaba con las cuatro caras de esta pirámide tan útil en su cuaderno, para coger ejemplos e ir mejorando su redacción con esta ayuda tan visual.
Después de ver esta clase, nos hicieron un recorrido por el resto del colegio, enseñándonos otras aulas y espacios, en general similar a nuestros espacios.
Al intercambiar opiniones e información, nos enteramos de que en Escocia no existe la repetición académica; los profesores tienen que preparar sus clases para cuatro niveles de dificultad, y proporcionar a cada alumno la materia a su nivel, por lo que pueden pasar de curso sin un nivel exigido como pasa en España. Pero de esto ya os hablaremos en otra entrada que vamos a dedicar al sistema educativo Escocés.
Conclusiones día 1: nos maravilló la cantidad de material -y personal- del que disponen, tanto en interiores como en exteriores, la mayoría de madera, además de espacios de juego al aire libre. Otra cosa reseñable es la organización tan diferente, más en la etapa infantil, aunque también similar dado que también contamos con rincones. Nada que decir de las ratios, con esas ratios de 1 para cada 8 niños el trabajo es muchísimo más personalizado y se pueden atender de manera exhaustiva las necesidades de los más pequeños.
Primaria es bastante parecido a lo nuestro, con ratios también de entorno a los 25 alumnos por aula, aunque en aulas bien grandes y dotadas, y en las que el profesor imparte todas las asignaturas excepto Religión, Educación Física y Música, por lo que conoce a fondo a los alumnos y puede dedicarles el tiempo necesario sin prisas porque se acaba la sesión. La mayor diferencia radicaba en la no repetición de alumnos, y el paso de curso con distintos niveles.
Sin duda un gran primer día de nuestro Erasmus en Escocia.